El virtual shopping es tendencia y, además, la consecuencia derivada de la consolidación del e-commerce y las redes sociales. De hecho, trata de responder a esa necesidad de personalización y atención individualizada que todavía subyace en todos nosotros. Este enfoque pretende combinar las virtudes del comercio electrónico y del presencial. ¿Su objetivo? Ofrecer a los clientes una experiencia de compra cien por cien satisfactoria. ¿Quieres profundizar con nosotros en este concepto? Sigue leyendo este post, te contaremos qué es y en qué consiste.
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Índice de contenidos
¿Qué es virtual shopping?
Esta tendencia comercial de máxima actualidad ha llegado para quedarse. Forma parte de una concepción empresarial omnicanal, que elimina las fronteras entre los distintos canales. El contacto marca-comprador se define, por tanto, en un plano global e integrador.
En realidad, se trata de una atención personalizada al usuario que está realizando compras en Internet. La idea es que un profesional real, de carne y hueso, está detrás de esa plataforma tecnológica. Cuando el cliente lo precisa, le atiende de un modo parecido a como lo haría en un establecimiento físico. Le ayuda en el proceso a través de WhatsApp, contacto telefónico, videoconferencia o incluso redes sociales.
El objetivo de la fidelidad
La autonomía e independencia que te concede el comercio electrónico te permite ser un comprador más libre. Además, no tienes que justificar tus decisiones, por lo que los compradores actuales somos mucho menos fieles. Es un hecho: raramente mostramos una fidelidad permanente a una misma tienda online.
Esto es, en la práctica, un serio problema para las empresas. Precisan crear vínculos de permanencia y continuidad con su público. ¿A que, con frecuencia, acudes a comprar a la misma tienda física porque te inspira confianza el vendedor? El virtual shopping persigue, precisamente, este objetivo.
A través de la unión de lo mejor de ambos canales, físico y online, se intentan consolidar relaciones comerciales duraderas. Se persigue asegurar las compras cómodas y rápidas, realizadas desde casa. Pero acompañadas de la individualización y la confianza de la atención personalizada.
Además de fidelizar a los compradores online ya habituales, se espera enganchar también a otros más reacios al uso de estas plataformas.
Pros y contras del virtual shopping
Cualquier realidad, por novedosa que sea, incluye ventajas y desventajas que conviene conocer cuanto antes. A continuación, te mostraremos cuáles son las principales en este caso.
Ventajas principales
Esta técnica de comercialización mantiene, y potencia, todas las ventajas del comercio digital:
- Apertura al mundo y mercados globales. No hay límites geográficos para clientes y marcas.
- Captación de nuevos compradores. Ofrece la posibilidad de llegar a muchos más segmentos de clientela potencial.
- Diversificación y más opciones de venta. Resulta menos costoso lanzar o abrir nuevas líneas de producto y catálogos comerciales.
- Reducción de costes.
- Horarios ampliados. La tienda se mantiene abierta 24/7 (luego hablaremos de la desventaja que, en este aspecto, implica esta clase de atención personalizada).
- Redes sociales.
- Actualmente, el avance tecnológico de las redes sociales ha aportado nuevas funcionalidades como los directos en Instagram o Facebook. Esta función permite realizar pases virtuales e incluso comprar dentro de la misma app, una función que está apunto de extenderse en todos los países.
- El poder de influencers junto con la transformación de redes sociales como Instagram en eCommerce aporta dinamismo a este tipo de eventos en línea.
Asimismo, mantiene algunos de los beneficios característicos de las tiendas físicas:
- Mayor cercanía y personalización. La transacción comercial es mucho más cálida y el elemento humano la hace más intensa y memorable.
- Facilitación de ventas complejas. Existen algunos productos, sobre todo técnicos o de confianza, difíciles de vender directamente online, sin el asesoramiento de un especialista. En este caso, este handicap queda totalmente superado.
- Fidelización del público. La conexión, los sentimientos y la confianza se ven incrementados en todos los clientes.
Inconvenientes
Esta fórmula es, no lo olvides, un híbrido o enfoque mixto entre la venta online y la física. Consecuentemente, como es lógico, no resulta perfecta porque obliga a renunciar o matizar algunos de los respectivos atractivos.
En concreto:
- Pérdida de libertad e inmediatez. En la venta digital, el usuario decide cuándo y cómo realiza sus compras. Con total autonomía y libertad. En este caso, debe quedar con ese asesor personal, por lo que cede parte de estos atractivos.
- Citación previa. En la mayoría de los casos, este planteamiento requiere una quedada pactada entre el comprador y el vendedor. La amplitud de horarios, por ello, queda limitada a las circunstancias de las agendas respectivas.
- Contacto… pero menos. Las comunicaciones electrónicas siempre desmerecen frente al contacto físico. Aunque los directos que permiten muchas redes sociales como Facebook o Instagram favorece, al menos, un contacto, visual.
- Aumento del gasto. La marca debe contar con una red de virtual shop assistant para asesorar a los usuarios. En consecuencia, debe invertir en ello.
El showroom, otra fórmula de moda
Las marcas y las compañías no cesan de innovar en sus propuestas comerciales. Otra de las novedades actuales son los denominados showroom. ¿Sabes en qué consisten?
Aunque comenzaron en el sector de la moda, cada vez se están extendiendo más a otros sectores. Consisten en lugares concretos en los que distintas marcas exponen sus productos de modo exclusivo. Se dirigen, por ello, a un grupo restringido —y privilegiado— de clientes.
Sus particularidades son, fundamentalmente, cuatro:
- Se realiza en un espacio determinado y distintivo.
- Es selectivo, de algún modo, en cuanto a la admisión de posibles compradores.
- Diferentes vendedores, de marcas distintas, muestran y promocionan sus artículos.
- A veces se acompañan de descuentos o situaciones ventajosas. Otros, se usan para presentar nuevos productos.
Similitudes y diferencias con los virtual shopping
En realidad, son soluciones comerciales muy distintas. Fundamentalmente, porque el showroom es esencialmente físico, aunque también están surgiendo eventos online de este tipo.
Sin embargo, comparten algunos conceptos, orígenes y aspiraciones. En concreto, estas son sus semejanzas:
- Se apoyan en la exclusividad y la comunicación interpersonal.
- Buscan la satisfacción y la fidelidad de sus públicos.
- Son diferenciadores frente a la competencia.
- Tienen una concepción omnicanal e innovadora.
- Son tendencia comercial y proceden, en inicio, del campo de la moda.
- El momento de la compra adquiere un carácter experiencial y memorable.
¿A que ahora lo tienes muchísimo más claro? El virtual shopping y el showroom constituyen nuevos enfoques comerciales. Pretenden ofrecer innovadoras experiencias de compra humanizadas y cercanas, pero sin renunciar a la inmediatez, la comodidad y la autonomía que el comercio online está impulsando. Constituyen, por lo tanto, sendos campos profesionales con un gran presente y muchísimo futuro.