Cada vez estamos más comprometidos con el mantenimiento del medio ambiente y el cuidado de la naturaleza. No solo nos fijamos cada vez más en la procedencia y los ingredientes de los alimentos. Ahora también nos fijamos en la composición de la ropa. Por eso está tan a la orden del día la moda ecológica y sostenible. Si te apasiona la moda, no te pierdas el post de hoy.
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Índice de contenidos
Conceptos relacionados con la moda ecológica
Antes de ver los mitos y verdades acerca de la moda sostenible, vamos a diferenciar conceptos. Y es que hay quien todavía confunde algunas ideologías o corrientes de pensamiento relacionadas con la moda.
Moda vegana
El veganismo se caracteriza por rechazar cualquier producto que contenga algún componente de origen animal o sus derivados. Generalmente, esta corriente es conocida por el rechazo no solo a la carne y al pescado, sino también a la leche y la miel. Aplicado a la moda, entonces, se dejan de utilizar todos aquellos productos que tengan origen animal: carmín, cera, lana, piel, seda,…
Los seguidores de la moda vegana solo rechazan tejidos como la lana o la seda. Además, también rehusan el uso de prendas o productos que hayan sido testados con animales. Aun así, no es sinónimo de moda ecológica, ya que visten tejidos sintéticos y fabricados o tratados con elementos tóxicos.
Comercio justo
Los seguidores del comercio justo defienden el bienestar laboral de las personas que producen sus productos. Es decir, no tienen en cuenta si en su fabricación se han usado elementos tóxicos o productos de origen animal. Entre sus focos está el equilibrio entre el precio, el sueldo y las condiciones de vida del trabajador que ha hecho el producto.
Moda sostenible
La ropa sostenible busca eliminar la huella ecológica de la moda sobre la Tierra. Sus consumidores están a favor de las energías renovables, de los materiales sin químicos tóxicos o reciclados, de los tintes de origen vegetal… Generalmente, en nuestro país se puede encontrar moda sostenible gracias a la existencia de talleres tradicionales.
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Moda ecológica
Reúne todas las características de las anteriores. La moda ecológica tiene que ver con el bienestar de los trabajadores, el cuidado del medio ambiente, el rechazo a elementos tóxicos o contaminantes… En algunos casos utiliza derivados animales, pero siempre criados en granjas ecológicas que garanticen el bienestar animal. Generalmente permite el uso de materiales reciclados como el plástico (poliéster), pero rechaza el uso de derivados petrolíferos.
Mitos y verdades sobre la moda ecológica
- Es cara y, encima, dura poco. Hay quien piensa que por no contar con elementos tóxicos o contaminantes, la ropa ecológica es menos duradera. Eso es completamente falso. Generalmente, las prendas ecológicas cumplen con mejores y más exigentes estándares de calidad. Por eso su durabilidad es más larga que la de las prendas no ecológicas. En la actualidad se pueden encontrar marcas que ofrecen prendas sostenibles y ecológicas por precios muy ajustados.
- Por más ropa ecológica que uses, no cambiarás nada. Esta es una típica afirmación de quien no quiere contribuir con su granito de arena a cualquier causa. Aunque es incierto si el cambio de una persona tiene impacto positivo o no sobre todo el ecosistema, cualquier contribución para conseguirlo no solo es necesaria, también es imprescindible.
- Yo es que no soy ‘hippie’. Como en todas las marcas, en una tienda de ropa sostenible encontrarás prendas de todos los estilos. Incluso hay personas famosas como Emma Watson que se han apuntado a lucir prendas ecológicas. La moda verde se ajusta a casi cualquier estilo o look.
- Perfecta para las personas con alergias. Efectivamente, la moda ecológica ayuda a aquellos que sufren de algunas alergias y reacciones adversas.
Vestir con ropa ecológica en la actualidad
La verdad es que, a los principios de esta tendencia, encontrar marcas de ropa que se ajustaran a cada persona era difícil. Algunos no acababan de encontrar la manera de adaptarse, otros tenían dificultades para dejar el consumismo irresponsable, otros no sabían dónde comprar su ropa… Sin embargo, en la actualidad esto ha cambiado mucho.
Ya no es nada raro navegar por internet o a través de plataformas como apps en busca de nuestras nuevas prendas. Pues entre las nuevas y viejas tiendas, la moda ecológica está despuntando. Aunque las primeras marcas ecológicas en España son de pequeños talleres, hoy en día también se han apuntado grandes gigantes.
Tal es el caso de grandes cadenas como H&M, Zara o Mango. Grandes nombres de la industria de la moda que se lanzaron a seguir la tendencia. Además, a principios de 2018, hasta otras 60 marcas de gran renombre manifestaron estar de acuerdo con el desarrollo de planes de sostenibilidad. Se comprometieron, en diferentes grados marcas como:
- Adidas: Afirmó que aumentaría su colección de ropa de segundo uso.
- Gucci: dijo que en sus próximas colecciones renunciaría a pieles animales.
- Ganni: promocionará el reciclaje de prendas.
- Asos: se comprometió con el trabajo de tejidos sostenibles y reciclables.
- H&M y Zara: lanzaron sus propias colecciones de moda ‘eco’.
Movimiento ‘slow’, también en la moda
Seguramente hayas escuchado el concepto de ‘fast food’, traducido al español como ‘comida rápida’. Pues, tras un tiempo el italiano Carlo Petrini impulsó el movimiento de ‘slow food’ o, traducido literalmente, ‘comida lenta’. Una corriente que, básicamente, defiende lo contrario de lo fast. Lo mismo ha ocurrido con la moda. Estamos en una época en la que no nos vale cambiar el armario dos veces al año. Necesitamos comprobar que esa falda que nos compramos las últimas rebajas sigue estando de moda. Que la blusa de tirantes y volantes sigue en las portadas. Sentimos ganas de comprarnos un jersey nuevo a pesar de tener una decena de guardados.
Así, algunos expertos en moda se han plantado contra este consumismo de ‘fast fashion’. Por eso, muchas tendencias de moda apuntan a las prendas ecológicas y sostenibles, que se están transformando en el movimiento de ‘slow fashion’. Ropa que contribuya no solo a la mejora de las condiciones de quienes la producen, sino también al freno del rápido deterioro de nuestro entorno natural.