La descripción de personajes permite conocer mejor tanto la historia como lo que queremos contar. Gracias a una buena descripción podremos entender la conducta de nuestro protagonista, por qué hace lo que hace, y crearemos una narrativa sólida y profesional. Ahora bien, ¿qué podemos hacer para escribirla? ¿Cómo la transmitimos a los lectores sin ser evidentes?
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Índice de contenidos
¿Cómo describir personajes en la historia?
Antes de pasar a la descripción de personajes para conocerlos mejor, veamos qué aparecerá en el texto. Mientras escribimos no conviene detenernos mucho en los detalles, puesto que entorpecemos la lectura y la mayoría de las veces no damos información relevante.
Aunque debamos saber al dedillo cómo es físicamente, cuál es su historia y por qué se comporta así, eso no debe aparecer en el texto. Veámoslo con el siguiente ejemplo de descripción de personajes:
Ejemplo 1: “Alberto llega tarde a casa de trabajar como fontanero, cansado porque ha tenido muchos problemas en el trabajo, y de mal humor porque no tiene tiempo ni siguiera de comer. Su pareja, Marta, está cansada de verle apenas unos momentos y la falta de tiempo juntos está afectando a su relación. Lleva su peto de trabajo, es alto y delgado, rubio y con los ojos oscuros“.
Esta descripción nos da demasiados datos y distrae al lector de lo verdaderamente importante. Un ejemplo de buena descripción de personajes sería:
Ejemplo 2: “Alberto calienta apresuradamente los macarrones en el microondas y rebusca entre los bolsillos de su peto manchado hasta dar con el teléfono. Responde una decena de mensajes resoplando antes de que Marta entre en la cocina.
—Otra vez llegas tarde.
—¿Y qué culpa tengo yo? —responde, pasándose la mano por su cabello rubio.
Para el microondas, saca un tenedor del cajón y come en la encimera“.
Al introducir los detalles en la acción, no tenemos que decirle al lector cómo es Alberto, sino que él mismo se explica por sus acciones. Esto tiene mucho más impacto y es lo que diferencia a los buenos escritores de los malos. Ahora bien, para lograrlo, debemos conocer a la perfección cómo es nuestro protagonista. ¡Veámoslo!
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¿Cómo hacer la descripción de personajes?
Para escribir la descripción de personajes podemos servirnos de diversos métodos y técnicas. Todas ellas nos ayudarán a elaborar un perfil fidedigno y sólido de nuestro protagonista y le conoceremos mejor, algo imprescindible para dotar de veracidad nuestros escritos. Veamos algunas herramientas para la descripción de personajes.
Escribir una biografía de un personaje
La historia de un personaje es todo lo que ha vivido en el pasado. Su infancia, cómo fue su adolescencia, cómo se relacionó con sus padres, amigos y familiar, etc., deben figurar en la biografía de un personaje. También incluiremos los posibles eventos traumáticos y todo lo que le ha hecho ser cómo es. Esta biografía no aparecerá en la novela, pero nos servirá para tener una visión clara del personaje y cómo se ha ido forjando su personalidad.
Ficha de personaje
Otro elemento importante es la ficha de personaje. Este documento reúne los detalles técnicos de la personalidad y el aspecto físico para tenerlos disponibles de un solo vistazo.
Veamos con el siguiente ejemplo de plantilla qué poner en la ficha de personaje:
- Nombre: Alberto Barón Sánchez.
- Fecha de nacimiento: 30/03/1992.
- Profesión: Fontanero.
- Padres: Carmen Sánchez y Pablo Barón.
- Relación con los padres: Su padre le maltrataba emocionalmente y su madre no hizo nada. Ahora él está muerto y tiene una relación cercana con ella, pero nunca hablan del tema.
- Amigos: Fran y Juan.
- Relación con los amigos: Ninguno sabe hablar de cosas profundas y se apoyan como pueden.
- Pareja: Marta.
- Relación con la pareja: Pasan una mala racha. Marta quiere una relación más íntima a nivel emocional, pero Alberto no sabe cómo. Sus trabajos, incompatibles, dificultan pasar tiempo juntos y tensan la relación.
- Estudios: FP de fontanería.
- Descripción física: Alto, delgado, rubio y con ojos oscuros.
- Carácter: Frío y distante. No sabe gestionar la intimidad emocional.
- Aficiones: Juega partidas de rol y hace puzzles.
- Fobias: Le dan miedo los perros y que le hagan daño.
- Defectos: Cuando se siente atacado culpa a los demás y es cruel.
- Cualidades: Está cuando se le necesita, trabaja bien y es atento.
- Pertenencias con valor sentimental: Un reloj que le dejó su padre antes de morir. Lo odia, pero no sabe qué hacer con él.
- Qué es lo mejor que le puede pasar: Hablar con su madre acerca del trauma familiar y aprender a expresar emociones.
- Qué es lo peor que le puede pasar: Que Marte le deje.
- Si pudiera ser cualquier cosa, qué sería: Una persona extrovertida que haga feliz a su pareja.
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Escribir una escena representativa
Otra opción para conocer a nuestro personaje es escribir directamente. Al pasar a la acción podemos ver cómo actúa ante los conflictos, con quién se relaciona, etc., lo que proporciona una visión clara de su personalidad. Podemos verlo, por ejemplo, en el texto del primer apartado, en el que mostramos a Alberto llegando a casa cansado y con un escueto y tenso diálogo con su pareja Marta.
Monólogo del personaje
El monólogo del personaje es una técnica menos utilizada pero que en muchos casos puede contribuir a crear una imagen sólida. Consiste en escribir en primera persona como si el narrador fuera el personaje. Entonces vemos cómo se describe a sí mismo, qué percepción tiene de los demás y cómo interpreta la realidad. Podemos verlo con el siguiente ejemplo de monólogo de personaje:
“Me considero una persona sensata y tranquila, aunque a veces me gustaría ser diferente. Marta suele decirme que no expreso mis sentimiento y que siente que no estoy presente, pero no sé cómo hacerlo. Intento trabajar para ahorrar lo suficiente para los dos, pero parece que cuanto más lo hago, peor nos va. Me gustaría que no fuera tan exigente conmigo y que entendiera que la quiero sin que tenga que decírselo tan a menudo. Y, cuando se lo digo, parece que no le importa. Tengo una bola en el estómago que se va haciendo cada vez más fuerte y no sé cómo solucionarlo“.
Tener un personaje sólido implica tener una historia consistente. Ambos conceptos van de la mano, por lo que aprender a describir personajes con profundidad nos garantizará el éxito narrativo. ¿Quieres aprender cómo hacerlo?
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