Desde el principio de los tiempos las mujeres han buscado estar bellas y sacar el máximo partido a su figura. En la actualidad también los hombres cuidan su aspecto y su lencería, pero la corsetería, que actualmente se adapta a ambos sexos, ha sido un complemento con en el que las féminas de la historia han encandilado con su figura a cualquier varón. Sin embargo, no solamente se trata de coquetería y seducción, sino que las prendas interiores han de buscar ante todo la comodidad y es importante que esta se adapte a nuestro cuerpo. Por eso, la corsetería a medida es, todavía hoy, una profesión con mucho futuro.
No solamente consiste en seguir las tendencias en cuanto a diseños y color, como haríamos con un vestido, falda o pantalón. Sino que hablamos en este caso de prendas que tienen que adaptarse por completo a nuestro cuerpo para garantizar sus beneficios, tanto a nivel estético, como de salud y bienestar. Algunos han definido la corsetería como la estructura de un edificio, y ciertamente así es. Debemos tomar las medidas para que la construcción final, en este caso hasta el último pespunte, sea perfecto. De lo contrario, el edificio podría desmoronarse, lo que equivaldría a decir que un mal corset puede causar daños irreparables. Por eso, dedicarse a la corsetería y ofrecer prendas personalizadas es tan interesante. Pero veamos con más detalle todo lo referente a esta materia.
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¿Qué es la corsetería?
Con lo que ya te hemos contado, seguramente ya tengas más o menos claro por qué la formación en diseño y confección de corsets y ropa interior es tan importante para trabajar de ello. Generalmente, todos nos adaptamos a la ropa que nos venden los comercios y tratamos de encajar a toda costa en determinada talla o en determinado traje.
Afortunadamente, cada vez estamos tomando más conciencia de que hay muchos factores que influyen en nuestras dolencias, la forma de vestir es uno de estos factores. Por eso es importante que nos despojemos de complejos o ideas estereotipadas sobre la moda y que optemos por prendas realmente cómodas.
Por ejemplo, las mujeres nos preocupamos por la salud de nuestros senos y sabemos que una prenda que no se adapta a la forma del pecho o que no es lo suficiente resistente puede provocarnos incluso problemas de espalda. Por ello, es importante decantarse por piezas confortables, a pesar de que no sean del todo estéticamente atractivas. Por ello, y dicho sea de paso, aprovechamos la ocasión para reivindicar ropa interior vistosa para todas las tallas. ¿Por qué las que usamos sujetadores grandes debemos conformarnos con aquellos de color visón, negro o blanco? Por no hablar de los precios que acostumbran a gastar estas tallas. ¡Más variedad, por favor, profesionales de la corsetería!
Después de hablar de ropa interior, corsetería y de haber mencionado este pequeño inciso reivindicativo, ¿a qué nos referimos exactamente con el término corsetería? Tiene mucho que ver con la ropa interior, de eso no hay duda. Aunque en sus inicios se diferenciaba el corset del resto de la lencería, lo cierto es que en la actualidad hablar de uno es referirse indistintamente al otro. Es decir, tanto uno como otro son ropa íntima.
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¿Cómo se confecciona un patrón?
Hay mucho romanticismo en torno a esta prenda, y seguro que os viene a la memoria esos célebres corsets victorianos de películas antiguas como Lo que el viento se llevó y otras de características similares. Pero no es así, o al menos, ya no lo es.
El corset sigue estando en uso en el siglo XXI, pero aunque parezca lo contrario, ya no ha de verse como una prenda incómoda como sí era en antaño. Tal y como hemos ido diciendo al principio, es todo lo contrario, pues debemos priorizar siempre la comodidad. Aunque esto no significa en absoluto renunciar a la estética. Ambas pueden combinarse.
El profesional de la corsetería tiene que aprender cómo se hace un patrón. En verdad es de lo más sencillo, porque son prendas básicas, hechas con materiales básicos como el algodón y con formas igualmente simples.
Hay diferentes tipos de corset, pero el patrón del modelo básico se empieza tomando las medidas del busto, el bajo-busto, la cintura y el hueso de la cadera. También mediremos en vertical del pecho a la cintura, y de la cintura a la cadera. Hay que anotar dos partes: la delantera y la trasera. Luego estas medidas las dividimos de nuevo entre dos. Puesto que ha de quedar pegado al cuerpo, podemos cogerle unas pinzas a la cintura, aunque aquí las medidas de la pinza dependerán de cada mujer.
Con el patrón y materiales en la mano, iremos uniendo las piezas del corset. Aunque también se pueden hacer sujetadores y fajas, pues todos ellos forman parte de esta disciplina. Además, los corsets se venden en tiendas de lencería o en tiendas especializadas.
Salidas profesionales en corsetería
Las salidas profesionales de la corsetería se encuentran en cualquier taller de costura, sobre todo en aquellos especializados en tallas grandes. Pero si estudias esta profesión, puedes emprender por propia cuenta tu propio taller y comercio de corsets y, si lo deseas, también de lencería. Tendrás muchas opciones, por ejemplo, en ropa para novias. Lo cierto es que esta profesión ha vuelto a estar en auge. Cada vez más, la corsetería actual ofrece una moda adaptada y que busca ofrecer el confort a la vez que destaca lo mejor de cada figura.