La cerveza es una de las bebidas más famosas en el mundo entero. Muchos pueblos han perfeccionado la receta hasta convertirla casi en una bebida sagrada. Pero ¿y la cerveza sin alcohol? En este post vamos a mostrarte casi todo lo que se puede saber sobre esta bebida, tan parecida a la original, pero más desconocida.

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Origen de la cerveza sin alcohol

La versión light de la cerveza se remonta, al menos, a la Europa medieval. Entonces, las bebidas de poca graduación eran más baratas que la cerveza tradicional, pero más saludables que el agua (contaminada frecuentemente).   A medida que avanzamos en la historia, vemos que el desarrollo de cervezas sin alcohol a menudo está relacionado con la abstinencia y la religión. También tiene mucho que ver con el desarrollo industrial, ya que las máquinas necesitaban personas en pleno uso de facultades.

La cerveza sin alcohol tuvo su primer gran éxito en Estados Unidos durante la época de la «ley seca». Esta prohibió la venta y el consumo de bebidas de más de 0,5 % de alcohol desde 1919 hasta 1933. Durante ese tiempo, algunos fabricantes de cerveza se pasaron al contrabando ilegal. Otros descubrieron que para desalcoholizar sus bebidas solo era necesario añadir un paso más en la fabricación. De este modo, esta versión sin alcohol se popularizó y muchos fabricantes se adaptaron a los nuevos tiempos. Luego la cerveza con alcohol volvió a ser legal y la sin alcohol se vio relegada a un segundo puesto.

Más recientemente, durante los años 80 y 90 del siglo pasado, las preocupaciones en torno al alcoholismo popularizaron otra vez este tipo de cerveza.

Actualmente, la cerveza sin alcohol se está vendiendo además en los países musulmanes debido a que encaja en la legislaciones antialcohol locales. En algunos estados norteamericanos incluso es legal venderla a niños.

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¿Cómo se hace la cerveza sin alcohol?

La cerveza sin alcohol puede fabricarse de dos maneras. La primera es muy simple y se basa en eliminar el alcohol de una cerveza ya fabricada. La otra tiene que ver con el proceso de fermentación. Veámoslo.

Extraer el alcohol

A su vez, este método tradicional puede realizarse de varias formas. Veamos cómo se quita el alcohol a la cerveza:

  1. Evaporación del alcohol a una temperatura de 78,5 ºC. De este modo el alcohol se calienta y se convierte en vapor, que se separa del resto de la cerveza. Para ello, la bebida se calienta hasta alcanzar dicha temperatura, en la que el etanol comienza a transformarse en vapor y se puede separar del líquido. Sin embargo, este proceso puede provocar la pérdida de algunos compuestos volátiles responsables del aroma y sabor de la cerveza, lo que puede afectar a la calidad sensorial del producto final.
  2. Rectificación del alcohol, método que mezcla la evaporación con otras técnicas en el proceso de destilación. Permite además recuperar parte del aroma y del sabor que puede perderse cuando el alcohol se evapora, motivo por el que se considera un método más controlado. Se utilizan columnas de destilación donde el alcohol se separa en diferentes fases, reduciendo el impacto sobre las propiedades organolépticas de la bebida. Es una opción utilizada en cervezas sin alcohol de mayor calidad, ya que minimiza la pérdida de características originales.
  3. Ósmosis y filtración de moléculas. Esta tercera técnica consiste en retener las moléculas de alcohol en la cerveza. Para ello se utiliza un filtro para moléculas muy preciso. Se emplean membranas semipermeables capaces de retener las moléculas de alcohol mientras permiten el paso del resto de los componentes. Se basa en aplicar presión para forzar la filtración a través de una membrana con poros microscópicos, eliminando el alcohol sin alterar en gran medida la composición del líquido. Este método es más delicado y menos agresivo, pero también el más costoso y técnicamente complejo.

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Fermentación

El proceso de retirar el alcohol puede hacerse en la fermentación de dos maneras:

  1. La primera consiste en detener la fermentación alcohólica antes de que se complete el proceso. Como los azúcares fermentan, solo se produce una cantidad mínima y débil de alcohol. Para lograrlo, se pueden utilizar diversas técnicas, como el enfriamiento repentino del mosto para frenar la actividad de las levaduras o la filtración para eliminarlas. ¿El resultado? Una cerveza con menos alcohol que suele ser más dulce.
  2. La segunda manera consiste en fermentar la cerveza en un rango de temperaturas en el que difícilmente puedan desarrollarse levaduras y, por tanto, se sintetizará menos alcohol. Generalmente, se utilizan levaduras especiales con menor capacidad de producción de alcohol o se controla la temperatura para evitar su crecimiento óptimo. Usando este método, la cerveza puede desarrollar sabores y olores más alejados de la receta original.

Generalmente, las grandes marcas de cerveza producen una línea de cerveza sin alcohol o cerveza light para llegar a más consumidores. Sin embargo, el mercado de esta bebida va cambiando junto con el de la cerveza original. Cada vez es más frecuente encontrar además cervezas artesanas sin alcohol. Con el auge de las cervezas craft también han aparecido cervezas alternativas que no llevan alcohol.

Se habla incluso de la posibilidad de seguir la moda de fabricar cervezas en casa con kits especializados. Sin embargo, resulta evidente que la fase de extraer el alcohol sería complicada de imitar en casa.

Diferencias entre cerveza y cerveza sin alcohol

El consumidor de hoy en día tiene muchas bebidas donde elegir, así que es lógico que se plantee cuáles son las diferencias entre ambas. España, además, es un país importante en este sector por su cantidad de consumidores de cervezas sin alcohol. Esta cifra alcanza el 15 % de los consumidores de cervezas, la tasa más alta de Occidente. Echa un vistazo a esta comparación y puede que tú también cambies de opinión.

Ingredientes y composición

Aunque la base de ambas es similar, las cervezas sin alcohol suelen incluir procesos adicionales para evitar la fermentación completa o eliminar el alcohol, lo que hace que el contenido en azúcar sea ligeramente superior. Esto se debe a que una fermentación incompleta deja más azúcares residuales.

Conducción

Una de las principales razones del consumo de bebidas sin alcohol es la necesidad de coger el coche. La cerveza no es de las bebidas que más alcohol en sangre generan, pero la única tasa segura es 0,0. Por eso, muchas personas deciden beberse una «sin» cuando salen los fines de semana y así volver con seguridad a casa.

Fabricación y sabor

Como ya hemos comentado, la cerveza libre de alcohol se fabrica habitualmente a una temperatura más alta. Esto afecta un poco al sabor, aunque no todos los consumidores son capaces de notar la diferencia.

La fabricación es muy importante para el gusto de la cerveza. Por ello, cuando a la cerveza se le quita el alcohol en el proceso de fermentación el resultado puede ser realmente amargo. Pero esto no es un problema, ya que los fabricantes de cervezas light buscan maneras de contrarrestarlo como añadirle sabores exóticos.

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Apariencia

Algunos consumidores notan que la cerveza sin alcohol tiene una textura más ligera y una menor retención de espuma en comparación con la cerveza tradicional. Esto se debe a la diferencia en los procesos de fermentación y eliminación del alcohol, que pueden alterar la carbonatación y la sensación en boca.

Contenido calórico

Aunque las cervezas sin alcohol suelen tener menos calorías que las convencionales, no siempre es así. Algunas versiones pueden contener más carbohidratos o azúcares añadidos para compensar la falta de alcohol y mejorar su sabor. Esto varía entre marcas y estilos, por lo que siempre es recomendable revisar la etiqueta nutricional.

Maridaje

Las cervezas tradicionales suelen estar mejor valoradas en el mundo de la gastronomía para maridar con distintos tipos de comida, ya que el alcohol ayuda a potenciar los sabores. Sin embargo, la cerveza sin alcohol está ganando espacio en este ámbito, ya que se encuentra en maridajes con platos más ligeros o en opciones de cócteles sin alcohol.

Percepción social

Aunque el consumo de cerveza sin alcohol ha aumentado, todavía hay cierto estigma en algunos entornos, donde se considera una opción menos auténtica o más ligada a quienes no pueden o no quieren beber alcohol. Sin embargo, con el auge de las cervezas artesanas 0,0 y la mayor conciencia sobre la salud, esta percepción está cambiando.

Salud

Hasta ahora no sabíamos que este tipo de cerveza previene situaciones de ansiedad e insomnio. Aunque estos efectos están aún por comprobarse del todo en investigaciones, parecen muy positivos.

La cerveza suele ser consumida a menudo después de hacer deporte o jugar un partido con amigos. Esto provoca un efecto diurético que puede evitar que te hidrates correctamente después del ejercicio físico. La buena noticia es que puedes evitarlo bebiendo cervezas de baja o nula graduación.

Adicionalmente se está comprobando que la cerveza sin alcohol tiene un efecto positivo para el sistema cardiovascular, ya que disminuye la presión arterial.

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¿Qué efectos tiene la cerveza sin alcohol?

La cerveza sin alcohol ofrece diversos efectos en el organismo, tanto positivos como negativos. Por un lado, contiene antioxidantes, vitaminas del grupo B y minerales como el potasio, que pueden contribuir a una hidratación adecuada y al bienestar general. Además, su menor contenido calórico en comparación con la cerveza tradicional la convierte en una opción más ligera para quienes desean disfrutar de su sabor sin un alto consumo de calorías.

Sin embargo, es importante destacar que, aunque se denomine “sin alcohol”, algunas variedades pueden contener hasta un 0,5% de alcohol, lo que puede no ser recomendable para ciertas personas, como mujeres embarazadas o personas con restricciones médicas. Asimismo, su consumo excesivo podría generar una falsa sensación de seguridad, fomentando hábitos poco saludables.

¿Qué es más sano: cerveza con o sin alcohol?

Desde el punto de vista de la salud, la cerveza sin alcohol suele considerarse una alternativa más beneficiosa que la cerveza tradicional. Al no contener alcohol o hacerlo en cantidades muy bajas, no genera los efectos negativos asociados al consumo de alcohol, como la deshidratación, la afectación hepática o el impacto en el sistema nervioso.

En términos nutricionales, ambas cervezas comparten algunos beneficios, como su aporte de antioxidantes y minerales. No obstante, la cerveza sin alcohol suele tener menos calorías y no contribuye a los riesgos derivados del consumo excesivo de bebidas alcohólicas. Por ello, si se busca una opción más saludable, la cerveza sin alcohol es generalmente la mejor alternativa, siempre y cuando se consuma con moderación y dentro de una dieta equilibrada.