Durante los últimos años los tatuajes han alcanzado una expansión enorme. A día de hoy son, de hecho, un elemento más con el que decorar el cuerpo. Sin embargo, aunque son una tendencia, lo cierto es que no existe mucha información acerca de ellos. La gente no suele saber de qué se compone exactamente la tinta para tatuajes o por qué es permanente. Para remediarlo, nosotros daremos respuesta a esas preguntas.
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¿Qué compone la tinta para tatuajes?
La tinta para tatuajes es el principal material a la hora de diseñar nuestra piel. Con el paso de los años, los componentes de las tintas para tattoos han ido cambiando. En un principio incluían sustancias a base de metales pesados que provocaban alergias y otros problemas de salud. Pero hoy en día existen muchas alternativas más saludables, como son las tintas orgánicas o las sintéticas.
Cabe destacar que la composición de cada tipo de tinta varía según el color de que se trate. Por lo tanto, se ha de diferenciar entre:
- Tinta negra: su ingrediente principal es el carbón. Carece, por tanto, de todo elemento metálico y en muy pocas ocasiones produce reacciones alérgicas.
- Tinta roja: inicialmente esta tinta era la más problemática, pues provocaba muchas alergias a causa del sulfuro de mercurio en su composición. Es por ello por lo que hace más de cinco años que está prohibido su uso y han surgido otras alternativas a base de tintas orgánicas y sintéticas.
- Tinta amarilla: hace años contenía cadmio, elementos que la dotan de su llamativo color. Hoy en día se ha sustituido por alternativas más saludables.
- Tinta azul: antes se fabricaba a base de sales de cobalto, sustituido actualmente por otras alternativas saludables.
- Tinta verde: compuesta principalmente por cromo.
- Tinta púrpura y violeta: colocamos ambas tintas en una misma categoría, pues las dos derivan del magnesio.
- Tinta marrón: aunque es un color poco común, puede encontrarse en algunas piezas. Su componente principal es el óxido férrico, aunque también es posible fabricarla mediante sales de cadmio.
- Tinta blanca: deriva del titanio u óxido de zinc. Junto a la tinta roja, es otra de las más propensas a provocar reacciones alérgicas.
Aunque hemos señalado los ingredientes más habituales que se hallan en los procesos de fabricación de tinta para tatuajes, tienes que saber que son meras aproximaciones. En ocasiones, un mismo color se podrá encontrar fabricado por distintos componentes. Y es que eso dependerá de la compañía de la que provengan.
¿Qué tipos de tinta existen?
Aunque ya hemos tratado la cuestión de las clases de tinta para tatuajes en atención a su color, es hora de referir a otros criterios. Y es que, dentro del mundo del tatuaje, es posible encontrar:
- Tintas veganas: es posible encontrar tintas entre cuyos componentes se encuentre, por ejemplo, polvo de hueso. Son ideales para aquellas personas que no deseen consumir determinados productos de origen animal.
- Tintas fluorescentes: caracterizadas por brillar en la oscuridad, aseguran siempre efectos sorprendentes sobre quienes los observan.
- Tintas ultravioletas: parecidas a las anteriores, destacan por mostrarse únicamente cuando son iluminadas con luz ultravioleta. Al aparecer, muestran ese color morado brillante tan conocido.
- Tintas temporales: pensadas para aquellos que únicamente deseen llevar un tatuaje durante un periodo concreto. Se caracterizan por borrarse pasados unos meses.
¿Qué clase de tinta utilizar en cada caso?
El color de tinta que deberá escogerse dependerá del gusto de cada uno. Desde este punto de vista, lo más conveniente será pedir un muestrario al artista con tal de hacerse una idea clara de las tonalidades existentes.
En lo que refiere a las tintas especiales, todo dependerá de lo que se desee obtener. Aunque lo más recomendable es siempre optar por los tatuajes clásicos, se puede preferir otro estilo.
En definitiva, existe plena libertad a la hora de elegir la tinta de tatuaje, salvo en un caso. Vamos a referir a él en el siguiente punto.
¿Son peligrosos los componentes de las tintas para tatuajes?
Como regla general, la tinta y los tatuajes no son peligrosos. Sin embargo, cabe tener en cuenta algunos matices.
Muchas tintas cuentan, como hemos señalado al inicio, con elementos de origen metálico. Estos componentes, según la persona de la que se trate, pueden dar lugar a reacciones alérgicas. En este sentido, si existe la sospecha de que se es alérgico, lo conveniente será consultar al especialista más cercano. Si, finalmente, se descubre la existencia de incompatibilidades, deberá evitarse el uso de la tinta en cuestión a toda costa. El objetivo es evitar los problemas de salud que puedan derivarse.
¿Por qué es permanente la tinta para tatuajes?
El motivo principal por el que los tatuajes son, en principio, imborrables, se encuentra en la máquina de tatuar. Y es que sus agujas colocan la tinta por debajo de la epidermis (capa de la piel que se renueva constantemente).
Así, al quedarse en la dermis (capa profunda de la piel) no se eliminan, algo que sí ocurriría si fuesen superficiales. Por otro lado, las partículas que conforman la tinta son demasiado grandes para la capacidad de los glóbulos blancos. Esto permite que la herida causada por el tatuaje nunca llegue a curarse del todo ya que, si esto ocurriese, desaparecería.
¿Puede eliminarse un tatuaje?
Aunque la finalidad esencial de todo tatuaje es que dure para siempre, puede haber casos en los que se desee su borrado. Para ello, el tratamiento más seguro y efectivo es el láser. Fundamentalmente, consiste en romper las partículas de tinta en partes más pequeñas, permitiendo que el cuerpo las pueda eliminar naturalmente.
Lo cierto es que, aunque el láser sí borra los tatuajes, es muy probable que se necesiten varias sesiones para conseguirlo. Además, no existe garantía de que no te deje marca, y es un tratamiento caro y doloroso.
Lo ideal será, en todo caso, hacerse un tatuaje únicamente estás completamente seguro de que lo deseas para siempre.
En conclusión, la tinta para tatuajes cuenta con multitud de componentes diferentes en atención al color y el tipo de que se trate. En principio, debes elegir libremente, salvo que exista algún tipo de incompatibilidad o alergia. Dicho esto, lo más importante es que transmitas al artista del tatuaje todas las dudas que tengas. Si se está en buenas manos, no tienes de qué preocuparte.